El presidente de Irán, Hasan Rohani, utilizó el discurso del 35° aniversario de la Revolución Islámica para asegurar que su gobierno trata de reconstruir sus relaciones con Occidente respecto a su controvertido programa nuclear.
El presidente dijo que las negociaciones nucleares “son una prueba histórica para Europa y Estados Unidos” y señaló que si éstos respetan los derechos de la República Islámica, “recibirán una respuesta positiva y apropiada”, informó la agencia de noticias EFE.
No obstante, afirmó que “si las potencias tratan de repetir métodos incorrectos y poco agradables utilizados en el pasado, deben saber que actuarán en detrimento de su propia nación, de la región y del bienestar y la estabilidad global”.
También advirtió “a todos los que tengan opciones contra la nación iraní en su mesa”, que la República Islámica “repelerá cualquier ataque extranjero”, y aprovechó la ocasión para volver a condenar las sanciones internacionales a Irán por su programa nuclear, que calificó de “crueles, ilegales e incorrectas”.
“Los que nos desean mal”, declaró Rohaní, “deben saber que cualquier tipo de sanciones causará una mayor resistencia del pueblo iraní y mayor solidaridad y unidad nacional entre nuestra gente”.
Miles de personas acudieron a la plaza a primera hora de la mañana para participar en el festejo y según el canal de noticias estatal IRINN, millones de personas participaron hoy en marchas celebradas en más de 930 ciudades del país bajo las consignas de “Unidad”, “Muerte a EEUU” y “Muerte a Israel”.
En la capital, una banda militar, grupos de escolares y mujeres cubiertas con el tradicional chador negro llenaban la plaza Azadi, donde muchos de los asistentes portaban banderas iraníes y foto de los ayatolás Ruhollah Khomeini, fundador de la República, y Ali Jamenei, el actual líder supremo.
El presidente iraní envió un mensaje conciliador para Occidente Anunciate GRATIS en nuestros clasificados
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