Rajoy anuncia rebajas fiscales tras el "cambio económico"

El presidente del gobierno español anunció rebajas fiscales para las empresas que creen empleo, y en el impuesto a la renta de los trabajadores, tras asegurar que el “cambio económico” es un hecho en España.

El líder conservador hizo estos anuncios durante su discurso de apertura del debate sobre el Estado de la Nación, el segundo de su mandato, que se celebra hoy y mañana en el Congreso de los Diputados español, y que está centrado fundamentalmente en la situación económica del país.

No se esperaban giros sorpresivos ni grandes anuncios, más allá de alguna pista sobre la reforma fiscal comprometida con Bruselas pero que aún no ha sido pactada, y que incluía una prometida rebaja de impuestos, algo que Rajoy confirmó con un efecto parcial inmediato.

Tras media hora de relato triunfalista, en el que sólo recordó a los 5 millones de desocupados que tiene España para insistir en que seguirá trabajando en la creación de empleo, Rajoy aportó nuevas previsiones y medidas concretas.

“El crecimiento previsto del PIB se revisará al alza, la previsión es del 1% en 2014 y 1,5 para el 2015. En 2014 se creará empleo neto y habrá más afiliados a la seguridad social”, indicó el presidente del gobierno.

El anuncio más significativo llegó cuando Rajoy confirmó que la esperada reforma fiscal se planteará en marzo, y que supondrá “un alivio de la carga impositiva con incidencia en las rentas medias y bajas” y que beneficiará a 12 millones de contribuyentes a partir de 2015.

Entre las concreciones que aportó, el líder conservador explicó que los “trabajadores que ganan menos de 12.000 euros al año no pagarán IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y se elevarán los mínimos imponibles personales por hijos y lo mismo sobre los ascendientes con incapacidad que convivan con el contribuyente.

La rebaja será aprobada el próximo viernes y beneficiará a empresas de cualquier tamaño durante dos años, pero en caso de que el empleador no mantuviera al trabajador durante tres años deberá devolver los beneficios obtenidos, explicó Rajoy.

El presidente del gobierno inició su discurso sacando pecho de algunos datos económicos positivos, como la salida de la recesión: “Hemos invertido nuestra marcha, hemos pasado de la caída a la recuperación, de la amenaza a la esperanza. Hemos atravesado con éxito el cabo de Hornos”, dijo.

Citando los titulares de la prensa internacional, el jefe del Ejecutivo remarcó que España pasó de estar “al borde del precipicio” y ser un “lastre para Europa”, a convertirse en “motor” de la recuperación. “Antes los capitales huían, ahora están de vuelta”, añadió, en la misma línea.

“Este cambio es un hecho y es mérito de los españoles y de su sacrificio”, afirmó Rajoy, para luego reivindicar que su gobierno acometió “un ajuste sin precedentes en las economías avanzadas”.

Rajoy no se refirió ni a las consecuencias de la crisis, como el incremento de la pobreza y la desigualdad en España, ni a la polémica reformar de su gobierno para restringir el aborto, ni a la contestada ley de educación.

Apenas tuvo unas palabras sobre corrupción, un flagelo en el que está implicado su Partido Popular (PP), al defender sin explicar nada una reforma del Código Penal para que “cada vez sea más difícil corromper”.

Sobre el drama de la inmigración, Rajoy apeló a la colaboración europea para “evitar tragedias como la ocurrida recientemente en Ceuta”, donde 15 inmigrantes murieron ahogados intentando alcanzar suelo español.

Un tema en el que Rajoy sí se implicó y en el que se mostró claro sin aportar novedades fue el desafío soberanista de Cataluña, que pretende celebrar un referéndum en noviembre.

“Como todo el mundo sabe, ese referéndum no se puede celebrar, porque no es legal. Y mi obligación como presidente del gobierno es cumplir la ley y hacerla cumplir, lo que en este caso significa que nadie decida por el pueblo español sobre el futuro de España”, sentenció.

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