En el mundo actual constatamos que el sistema económico y político está bajo el control de los bancos multinacionales, que trabajan mano a mano con los Medios de Comunicación manipulados por unos pocos oligarcas que intentan controlar toda la información disponible al público en general.
Pese a denunciantes como Edward Snowden y Private Manning que han evidenciado cuán profunda es la vigilancia que se usa para prevenir cualquier cambio substancial que pueda afectar a lo establecido, la información todavía está suficientemente controlada como para mantener a la población sometida bajo la cálida y confortable manta de los reality de la TV, las celebridades o el futbol.
Sin embargo el cambio social está en ebullició en todas partes y sigue en aumento. Las expresiones de descontento social se dan en lugares inverosímiles como Islandia y Suecia, demostrando que el conflicto social es tan posible en los lugares supuestamente más desarrollados del mundo como bajo las dictaduras de Medio Oriente.
Las Redes Sociales son la herramienta con que cuentan los grupos descontentos de todas partes para poder crear condiciones de movilización en cualquier lugar y también para reconocer en esas protestas las raíces de un mismo conflicto, ya sea que se trate de un nuevo centro comercial en Estambul o del aumento de la tarifa del bus en Sao Paolo.
Mientras más adhieren los manifestantes a una estrategia no-violenta, los Estados afectados envían a más agentes provocadores a desestabilizar el conflicto hacia lo violento.
La red internacional de editores de Pressenza que promueven la paz, la no-violencia, el humanismo y la lucha contra toda forma de discriminación están emplazados de manera clave para reportear sobre dichas protestas y sostuvieron un taller para hablar sobre cómo los nuevos medios y las redes
sociales están apoyando a la revolución no-violenta necesaria para que todos los habitantes de este planeta logren vivir una vida digna.
Allí expusieron que mientras los grandes medios tienden a centrarse en el sensacionalismo – promoviendo así los intereses de los negocios más que las necesidades de los individuos – para cubrir los actos de violencia de las minorías y enviando relativamente a pocos periodistas a terreno, los medios sociales compensan esto llevando la atención de los usuarios hacia un periodismo de hechos, centrándose en asuntos humanos, cubriendo las protestas no violentas y haciéndolo en las grandes cantidades.
Los nuevos medios generan conciencia de la injusticia social, el dolor y sufrimiento humano, que los grandes medios no están dispuestos a cubrir. Al hacerlo, proporcionan información que conduce directamente a la participación. Algo tan simple como un pequeño aumento en la tarifa del autobús, puede llevar a millones de personas a las calles en 500 ciudades, como sucedió en Brasil.
No es que los medios sociales ocasionen una revolución. Tarde o temprano la revolución se dará de todos modos. ¡Ha habido revoluciones antes de Twitter! Sólo que nunca antes los seres humanos han tenido posibilidades de convertir la injusticia que se vive a nivel local en una transformación social. Y todo esto sin tener que usar ninguna arma.
Participantes
Tony Henderson, Hong Kong – Jefe de la Oficina de Pressenza en Hong Kong y miembro del Equipo Coordinador Mundial del Partido Humanista Internacional
David Andersson, Nueva York – Occupy Wall Street iniciativa “Making Worlds: a Commons Coalition”.
Paolo Genovese, Sao Paolo – Jefe de la Oficina de Pressenza en Brasil
Silvia Swinden, Londres – Jefe de la Oficina de Pressenza en Londres, Psiquiatra Forense jubilada y coordinadora del Centro Mundial de Estudios Humanistas en Londres.
Moderador
Tony Robinson, Budapest – Jefe de la Oficina de Pressenza en Budapest, Portavoz de la organización Mundo sin Guerras y sin Violencia
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