El cohete Ariane 5 inyectó al ARSAT-1 en una órbita a 300 kilómetros de la tierra, desde donde los técnicos de la estación terrena de Benavídez deberán dirigirlo a su órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de la superficie terrestre.
El cohete francés colocó al satélite argentino en una órbita elíptica y los técnicos de ARSAT serán quienes deban maniobrar el motor del satèlite para llevarlo a la órbita de 71,8º oeste en la menor cantidad de maniobras posibles para ahorrar combustible que es vital para prolongar la vida útil del aparato.
En estos momentos el satélite es monitoreado por estaciones en distintos puntos del globo y se estima que en unos quince minutos ingresará en el
El Arsat-1, el primer satélite argentino, fue lanzado con éxito y viaja rumbo al espacio Anunciate GRATIS en nuestros clasificados
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