Miles de manifestantes con paraguas amarillos recuerdan el primer mes de las protestas

Transformado en el epicentro de las demandas por una apertura democrática en la ex colonia británica, la zona quedó cubierta por una masa compacta de manifestantes portando paraguas abiertos de color amarillo, símbolo de las revueltas que pusieron en jaque al gobierno local.

La concentración de miles de personas se inició a las 17.57 hora de Hong Kong (6.57 de Argentina), la misma en la que hace exactamente un mes la policía de Hong Kong reprimió con gases lacrimógenos a los manifestantes, los que se defendieron con esos mismos objetos.

En el lugar, los líderes del movimiento, trepados a un improvisado escenario, pronunciaron encendidos discursos a la muchedumbre reunida instándola a continuar la lucha, pese a que el domingo debieron suspender un referéndum debido a las diferencias internas que existen entre ellos.

Paralelamente, desplegaron un gran cartel con el lema que desde finales de septiembre está colgado en muchas zonas de protesta: “Quiero democracia real”, escrito en cantonés.

“Tras un mes aquí, al menos hemos conseguido que la gente de Hong Kong vea cuál es el problema real de esta sociedad y hable de él”, destacó a la agencia de noticias EFE Regina Lee, una desempleada que lleva un mes acampada en la calle, junto a otros cientos de activistas del movimiento.

“Tras un mes aquí, al menos hemos conseguido que la gente de Hong Kong vea cuál es el problema real de esta sociedad y hable de él”

Regina Lee, desempleada que acampa en la calle

“El Gobierno sigue ignorándonos, no escuchan nuestras peticiones o muestran reacción alguna, esperan a que se agoten nuestras energías, por lo que quizá tenemos que cambiar nuestra estrategia”, dijo por su parte otro de los miembros del movimiento, Samuel Cheung.

Las protestas se iniciaron como respuesta a la decisión del gobierno chino, aprobada el 31 de agosto, de conceder sufragio universal a los hongkoneses para las elecciones a gobernador de 2017, pero con la particularidad de que los candidatos debían ser elegidos, previamente, por un comité afín a Beiging.

Tal decisión no tardó en provocar las protestas de los estudiantes de Hong Kong, quienes iniciaron huelgas en las escuelas de enseñanza secundaria y superior, para prolongarse a las universidades.

El movimiento creció en envergadura y puso en aprietos tanto al gobierno local como a la dirigencia china, logrando la simpatía y el consenso internacionales que no tardaron en bautizarla como la “Revolución de los paraguas”.

En tanto, el gobernador de Hong Kong, Leung Chun-ying, solicitó hoy públicamente disculpas por unas anteriores polémicas declaraciones suyas en las que insinuó que si hubiera elecciones libres en la ex colonia daría lugar a un gobierno “para pobres”.

En declaraciones ante los medios previo a una reunión de su Ejecutivo, Leung dijo hoy “lamentar que se hayan causado malentendidos y preocupaciones entre la gente de a pie” tras sus palabras pronunciadas en medio de las protestas estudiantiles.

El pasado 21 de octubre, en una entrevista para medios internacionales, Leung intentó explicar las razones de que Hong Kong no tenga un sistema de elecciones totalmente abierto con el argumento de que en ese caso la política local sería populista y estaría demasiado enfocada en complacer a los más desafortunados.

“Sería un juego de números, y entonces obviamente estaríamos hablando con la gente de Hong Kong que gana menos de 1.800 dólares al mes”, señaló en aquella entrevista, concedida a los diarios Financial Times, Wall Street Journal y New York Times.

Al cumplirse un mes desde que se iniciaron las protestas con cortes de avenidas céntricas y acampes cerca de la sede del gobierno dirigido por Lueng, los estudiantes piden su dimisión y la instauración de elecciones libres con candidatos independientes para los comicios de 2017.

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