Tras caer la semana pasada por un posible recorte de los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal de EEUU, las principales bolsas mundiales volvieron a tener hoy un fuerte retroceso ante el riesgo de que China entre en crisis de liquidez por una contracción del crédito.
El Composite Index de la Bolsa de Shanghai cayó un 5,3 por ciento hasta los 1.963 puntos, su menor nivel desde enero de 2009, durante el apogeo de la última crisis financiera.
En Shenzhen, en tanto, la Bolsa retrocedió un 6,73 por ciento, hasta los 7.588 puntos, mientras que el índice de las 300 principales empresas chinas perdió 6,3%, lo que representa un retroceso de 21% con respecto al pico alcanzado en febrero de este año.
Las bajas se produjeron después de que el Banco de China intentara hoy disipar los temores por un aumento de la tasa interbancaria, que la semana pasada trepó hasta el 25% después de que la autoridad monetaria de ese país se abstuviera de inyectar dinero en el mercado.
La suba provocó que los préstamos entre bancos quedaran prácticamente “congelados” el jueves pasado, aunque hoy la tasa interbancaria cerró en el 6%, indicó la agencia DPA.
En un comunicado, el Banco de China dijo que la liquidez en el mercado de dinero se encuentra en un “nivel aceptable”, pero instó a las entidades a tener más en cuenta los riesgos relacionados con el crédito.
“Ante las fluctuaciones en el sistema financiero, incluida la elevada demanda de crédito usual a mitad de año, los bancos deben controlar mejor su liquidez”, afirmó la autoridad monetaria china.
Además, aconsejó a las entidades “planificar con tiempo sus emisiones y tener a disposición suficientes recursos financieros”, lo que fue entendido como una señal de que el Banco de China se mantendrá firme en su postura de no inyectar liquidez.
Entre los bancos más golpeados en la jornada bursátil de hoy, el diario británico Financial Times identificó al Banco de Desarrollo Shanghai Pudong y al China Minsheng, con una caída del 10 por ciento.
Además, tres de las cuatro principales entidades financieras del país asiático cayeron 3 por ciento: el propio Banco de China, el Banco Agrícola de China y el ICBC, que tiene presencia en Argentina tras la adquisición de la mayoría del paquete accionario del sudafricano Standard Bank.
Las demás bolsas asiáticas también se resintieron tras el aumento de la tasa interbancaria: en Tokio, el Nikkei cayó 1,26 por ciento, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong retrocedió 2,22 por ciento.
Sidney, en tanto, cayó 1,47 por ciento con respecto al cierre del viernes pasado.
En Nueva York, el índice industrial Dow Jones descendió 0,84 por ciento, mientras que Londres descendió 1,42 por ciento, seguida por otros mercados bursátiles como París (-1.71%), Frankfurt (-1.24%), Madrid (-1.91%) y Zurich (-2.31%).
El derrumbe también afectó al mercado de commodities, donde China es el principal importador mundial de granos y metales.
Según datos de la agencia Bloomberg, el cobre cayó a su mínimo nivel de los últimos veinte meses, mientras que el aluminio tuvo la racha negativa más larga en 26 años ante el riesgo de que la actividad industrial en el país asiático se reduzca los próximos meses.
Pese a que la soja se mantuvo al margen de las caídas del maíz y el trigo tras un informe del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por sus siglas en inglés) en el que se consignó un avance del 92% de la cosecha contra un 99% alcanzado el año pasado para la misma fecha, el mercado de granos se contagió del ánimo bajista ante una posible contracción del principal importador mundial.
Nueva caída de las bolsas globales
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