El clérigo moderado iraní, el único aspirante a la presidencia que tendió la mano a los reformistas, venció en las elecciones presidenciales con el 50,68% de los votos (18,6 millones).
Aunque no hay datos oficiales de participación, la televisión oficial iraní en inglés, PressTV, que no identificó su fuente, señaló que en las presidenciales de ayer votó alrededor del 80% de los 50,5 millones de electores convocados, lo que supone unos 40 millones.
El conservador, Mohamed Qalibaf, alcalde de Teherán, quedó en el segundo lugar con el 16,54% de los votos (algo más de 6 millones) muy lejos del ganador, informó la agencia de noticias EFE.
Otros dos ultraconservadores cercanos al líder supremo Ali Jamenei, Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y principal negociador nuclear de Irán, con 3.665.234 de votos, y el secretario del Consejo del Discernimiento y ex comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezaei, con 3.593.507, quedaron tercero y cuarto.
Rezaei, que era entonces comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, está buscado con “alerta roja” por Interpol, mientras Ali Akbar Velajati, canciller en 1994, está buscado por Interpol, pero sin “alerta roja”, implicados en el atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, en el que murieron 85 personas.
Pese a los buenos datos de la jornada para Rohani, muchos iraníes mostraban su escepticismo antes de conocer el resultado final.
Desde las presidenciales de 2009, muchos iraníes habían perdido la confianza en sus gobernantes. Entonces, las expectativas de triunfo del candidato reformista Mir-Hosein Musavi se vieron frustradas por un aplastante resultado de Mahmud Ahmadinejad. Las protestas que siguieron, las más graves desde la revolución de 1979, fueron duramente reprimidas.
Ahora, Rohani, un clérigo conservador moderado, parece haber recogido el voto de muchos de aquellos desencantados que quieren dar una oportunidad al juego democrático, por muy defectuoso que sea, antes de dejar que su país siga cayendo de la mano de los ultraconservadores.
Durante la campaña, el ahora presidente electo de Irán hizo llamamientos a rehabilitar las relaciones exteriores de Irán y sugirió la promulgación de una “carta de derechos civiles”.
Muy cercano al ex presidente Ali Akbar Rafsanjani, encabezó el Consejo de Seguridad Nacional durante el mandato de éste. El reformista Mohamed Jatami lo mantuvo en ese puesto y en calidad de tal se convirtió en el primer jefe negociador nuclear en 2003, al año siguiente de que se descubriera el programa atómico secreto de Irán.
Bajo su dirección de las conversaciones nucleares con el Reino Unido, Francia y Alemania, Teherán aceptó una suspensión voluntaria del enriquecimiento de uranio que se prolongó hasta la llegada a la presidencia de Ahmadinejad en 2005.
El moderado Hasan Rohani es el nuevo presidente de Irán
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