martes, 18 de junio de 2013

La policía hostiga a los periodistas en Estambul

Periodistas que cubrían la situación en Turquía, entre ellos la enviada de Télam, fueron hostigados por policías de Estambul que les hicieron borrar fotos o trataron de quedarse con sus cámaras.


turquia


La agresión policial de ayer a los periodistas se inscribe en un marco de autocensura y censura indirecta que se hizo evidente la semana pasada y que dificulta la presentación de una imagen veraz de las protestas masivas y la represión que sacuden al país.


Anoche pasadas las 22.30, policías cargaron contra un camarógrafo turco freelance que intentaba tomar unas imágenes cerca del parque Gezi de Estambul, epicentro de las protestas iniciadas hace dos semanas, constató Télam en el lugar.


El camarógrafo se resistió y de inmediato fue asistido por otros colegas, lo que desató un forcejeo entre todos que terminó con la policía cediendo y permitiendo que el joven conservara su cámara.


Poco más tarde, un fotógrafo freelance francés que se identificó como Roman también fue obligado por policías a borrar unas fotos que había sacado cerca de Gezi, contó a Télam el propio damnificado.


Horas antes, por la mañana, esta enviada de Télam sacó unas fotos hacia el parque Gezi, adonde está prohibido acercarse desde el sábado, y enseguida fue hostigada por un agente policial uniformado que la arrinconó contra un edificio.


El agente, muy nervioso, exigió borrar las fotos, a lo que la enviada de Télam no tuvo otra opción que acceder, y luego la echó del lugar a los gritos.


Cinco personas murieron y unas 5.000 resultaron heridas en Turquía en una ola de manifestaciones que comenzó el 31 de mayo pasado cuando la policía reprimió brutalmente una protesta pacífica contra la demolición del parque Gezi de Estambul.



La movilización popular se propagó por todo el país y derivó en la mayor muestra de descontento hacia el gobierno neoliberal del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, un islamista moderado que defendió varias veces su gestión de la crisis y al que los manifestantes acusan de creciente autoritarismo.


Las protestas decayeron desde que la policía desalojó, el sábado pasado, a miles de personas que seguían acampadas en Gezi, en medio de un clima de intimidación a los manifestantes y hasta los medios locales.


El viernes pasado, el canal Hayat TV denunció que el gobierno le comunicó que lo cerrará aduciendo que no tenía la licencia, pero la emisora lo desmintió y atribuyó la decisión a una represalia por haber transmitido en directo protestas contra Erdogan.


Otro canal, la cadena NTV, se negó a emitir un programa de la británica BBC que dedicaba 4 minutos a mostrar cómo los medios turcos de comunicación minimizaron la cobertura de las protestas bajo presión de las autoridades.

La BBC cesó la relación con el canal turco.


Otras cuatro TV turcas fueron multadas por el gobierno debido a la cobertura realizada durante las movilizaciones de las últimas dos semanas.



La policía hostiga a los periodistas en Estambul

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