domingo, 16 de junio de 2013

Máxima tensión en Estambul, tras un violento desalojo en el parque Gezi

Estambul se encontraba hoy bajo máxima tensión a la espera de nuevas movilizaciones tras la noche de choques entre manifestantes y la policía que siguió al violento desalojo de la acampada del parque Gezi, epicentro de las protestas antigubernamentales de las últimas dos semanas.


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Enviada especial

La policía turca custodia por estas horas la céntrica plaza Taksim y el colindante parque Gezi, lugar donde se originaron las protestas contra el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan hace 19 días.


“A partir de este momento, cualquier persona que se encuentre allí (en Gezi y Taksim) será considerada por el Estado como miembro de una organización terrorista”, aseguró el ministro turco de Asuntos Europeos, Egemen Bagis, escalando aún más la situación.


Sin embargo, poco después, la policía antidisturbios alejaba con gases lacrimógenos a manifestantes que se acercaban por la céntrica calle Istiklal de Estambul, para impedir que se acercaran a la plaza de Taksim.


Por su parte, el líder de la oposición turca, Kemal Kilicdaroglu, instó a las fuerzas policiales a no reprimir a los manifestantes y desobeder las órdenes “ilegales” de Erdogan, a quien acusó de querer “llevar a Turquía a una guerra civil”.


La Plataforma de Solidaridad con Taksim convocó a una nueva manifestación esta tarde en la emblemática plaza tras condenar el brutal desalojo del colindante parque Gezi anoche por parte de la policía turca.


Después de la expulsión de los manifestantes del parque con gases lacrimógenos y chorros de agua a presión, se produjeron enfrentamientos en los barrios vecinos y en otros puntos de Estambul hasta bien entrada la madrugada.


Los manifestantes levantaron barricadas y arrojaron piedras y otros objetos a los agentes antidisturbios, que los perseguían por las callejuelas del centro moderno de la ciudad del Bósforo.


El desalojo de la emblemática acampada de Gezi desató nuevas protestas en distintas ciudades de Turquía donde también hubo violentos enfrentamientos, principalmente en la capital, Ankara.


El gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, informó que el desalojo de Gezi y los enfrentamientos dejaron 44 heridos, ninguno de ellos de gravedad, pero la Plataforma de Solidaridad, que representa a los manifestantes, aseguró en un comunicado que hay cientos de heridos.


“Condenamos el asalto de la policía con balas de goma y gases lacrimógenos en un momento en el que el parque estaba repleto de mujeres y niños y declaramos que es un crimen contra la humanidad”, declararon los manifestantes.


“Los mismos que prometieron mantener el parque Gezi hasta que la justicia resuelva la situación –algo a lo que se había comprometido Erdogan- convirtieron el parque, Estambul y todo el país en una zona de guerra”, afirmaron.


El detonante de las manifestaciones fue un proyecto del gobierno de demoler Gezi para construir un centro comercial, pero la represión de las primeras protestas desencadenó una gran movilización en Estambul y otras ciudades de Turquía contra el autoritarismo de Erdogan, el avance de su agenda islamista y sus políticas económicas neoliberales.


Según denunciaron los manifestantes, el ataque al campamento de Gezi dejó claro que “el primer ministro tiene la intención de intensificar la polarización en Turquía” y “oprimir al pueblo turco con su insaciable autoritarismo”.


Por su parte, Erdogan estará hoy en Estambul en un mitin de su Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado), pero a varios kilómetros de Taksim, en el barrio de Kazlicecme, cerca de Zeytinbunu.


Ayer, en otro acto en Ankara, Erdogan advirtió a los manifestantes, a los que volvió a identificar con terroristas, que si no abandonaban el parque Gezi el domingo serían desalojados.


Sin embargo, los engañó, ya que unas horas más tarde la policía turca irrumpió en el lugar de forma violenta y arrasó con el campamento de protesta.


Erdogan insiste ante sus partidarios y de cara a los detractores, que su gobierno tiene el 50% de los votos y que existe una complot internacional en contra suyo y de Turquía.


Miles de personas están cruzando el puente que une la parte oriental de Estambul con la occidental, después de que la policía lo impidiera durante la madrugada.


Por otro lado, los trenes, subterráneos y colectivos funcionaban con problemas.


En el barrio de Harbiye, colindante con la parte trasera del Gezi, jóvenes turcos permanecen delante de la policía con la intención de avanzar hacia el parque.


La violencia continúa en Ankara, donde la policía reprimió sobre el mediodía a manifestantes que se encontraban en la plaza Kizilay a la espera de la llegada del cortejo fúnebre de la última y cuarta víctima mortal de las protestas, Ethem Sarisuluk, según informa la prensa local.


Los familiares del fallecido fueron detenidos por un convoy policial cuando intentaban acceder a la zona desde el distrito de Batikent, lo que generó ira entre los manifestantes de Kizilay.


Desde que comenzaron las protestas hace 19 días, la represión policial dejó cuatro muertos, casi 5 mil heridos y cientos de detenidos.



Máxima tensión en Estambul, tras un violento desalojo en el parque Gezi

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