Desde hace tiempo he descubierto mayor interés por conocer la figura de Silo y su obra, esto me a llevado a compartir con nuestros lectores, una presentación que he tenido oportunidad de hacer en Málaga sobre el libro “El Mensaje de Silo” ya que en ella doy testimonio de mi propia experiencia y de lo que significa Silo en mi vida, espero que esto acerque la propuesta a la gente que aún no tiene conocimiento de esta obra.
EL MENSAJE DE SILO
Ante todo quisiera agradecer a los organizadores de esta presentación, a los editores por este hermoso libro que han realizado y a la librería Prometeo, por habernos dado la oportunidad de encontrarnos hoy aquí. Y a todos ustedes, por haber venido a compartir este momento que, espero, sea bueno para todos.
Estamos aquí para presentar el libro El Mensaje de Silo. O, mejor dicho: para compartir la experiencia del Mensaje de Silo. Porque esto (muestra libro) es mucho más que un libro…
Conocí la enseñanza de Silo en Mar del Plata, mi ciudad natal en 1972, tenia solo 17 años, y como cualquier joven estudiante, de esa edad, estaba lleno, de inquietudes, de dudas, de preguntas, buscaba con mucha fuerza, encajarme en un mundo que no comprendía muy bien.
Argentina en aquellos años estaba en plena dictadura, fue una época muy difícil para todos. Cuando salías a la calle y sentías temor, temor porque no sabias lo que podía pasar, tanto que a veces temías por tu vida, si, por el solo hecho de ser joven, joven y estudiante. ¡Cuánta necesidad de luz, de paz; cuánta necesidad de futuro en aquellos tiempos violentos, absurdos, tenebrosos!
Un día, en un piso de estudiantes que frecuentaba, y en el cual nos juntábamos muchos amigos, alguien, que yo no conocía, llego con unos papeles en sus manos, y nos leyó “La curación del sufrimiento”, arenga dada por Silo en las laderas del monte Aconcagua en 1969, leyó y se marcho, los que estábamos allí reunidos y que lo habíamos escuchado atentamente, nos quedamos atónitos, que era eso, hablaba del dolor, del sufrimiento, del origen de la violencia, y por sobre todo de cómo superarla, en definitiva del sentido de la vida y todo esto en palabras directas, claras, sencillas.
Ahora que recuerdo, lo que más me impacto era desde donde se decía todo aquello, era un lenguaje profundo, una profundidad sin época, una profundidad lejana que se acerca al corazón y lo toca. Aquello tenía certeza y verdad.
Durante toda la noche converse con uno de mis amigos caminando por la playa, acerca de la vida, del futuro, de la amistad, de lo que tenia dentro de mi y todo ello por una charla de no mas de 15 minutos, algo había calado en mi conciencia, algo que no me podía explicar, pero me sentía vivo, comunicado con una parte de mi mismo que casi desconocía, sentí que existía, que tenia interioridad.
Y entonces, ¿que era Silo? ¿Quien era Silo? No paso mucho tiempo en que me integre en los grupos de estudio en torno a la propuesta de Silo, el mensaje había creado el ámbito para orientar mis búsquedas, mis preguntas, había abierto un nuevo espacio en mi interior.
Por aquel entonces, no podía dejar de comentar a mi gente amiga lo que me había sucedido, y ¿que encontré? ….. Bueno, un montón de dificultades, no podía comprender como, hablar de superar el sufrimiento se convertía en un debate político o religioso, hablar de buscar comprender quienes somos, de donde venimos, hacia donde vamos, resultaba para otros extravagante, parecía que me estaba metiendo en un terreno prohibido, como era posible que mi propia subjetividad fuera para otros algo ajeno a mi, si, había temor, temor a salir de lo establecido, temor a ser libres, a descubrir mas allá de la propia situación particular, en definitiva, un pragmatismo absurdo, que explicaba claramente el mundo que estábamos viviendo.
Todo esto aumento mi certeza, había un camino, y el mundo mostraba su verdadero rostro, se me hizo evidente.
Por eso, si alguien me preguntara, qué es el Mensaje de Silo, yo le diría: EL MENSAJE ES UNA SEMILLA QUE SOLO GERMINA EN EL TERRENO DE LA NECESIDAD. DE LA VERDADERA NECESIDAD INTERNA.
Si alguien me preguntara: ¿para quién es el Mensaje de Silo? Yo creo, de acuerdo a la propia experiencia, que el Mensaje es para aquel que siente, verdaderamente, la necesidad de alivio, de esperanza, de futuro, de Sentido y comprensión.
Al poco tiempo, llegaron a mis manos los primeros manuscritos de “la mirada interna”, que en el capítulo I comenzaba de esta manera:
La Meditación
1. Aquí se cuenta cómo al sin-sentido de la vida, se lo convierte en sentido y plenitud.
2. Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu.
3. Aquí se reniega de los sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba.
4. Aquí no se opone lo terreno a lo eterno.
5. Aquí se habla de la revelación interior, a la que llega todo aquel, que cuidadosamente medita en humilde búsqueda.
Debo reconocer, que desde entonces fui tratando de construir mi vida, dándole significado y contenido a estas frases, todo esto fue mi guía desde aquellos años y hasta ahora.
En 1977, empujado por la presión social de mi país, emigro a España y llego a Málaga, mientras buscaba acomodarme en la ciudad, difundí en la medida de mis posibilidades esta propuesta, en plena efervescencia social de aquellos años, me encontré con otros jóvenes que como yo sentían esa misma chispa al conocer la propuesta de Silo.
Esa chispa que vi a lo largo de los años en tantos otros lugares encenderse, esa revelación interior que tiene todo aquel que se atreve y medita en sincera búsqueda, me fue dando la convicción, de la importancia y la dimensión del mensaje de Silo en el mundo de hoy.
El mundo ha cambiado mucho en estos años, pero creo sinceramente que esa búsqueda de respuestas anida hoy mucho más en el corazón de la gente
Todo esto tiene para mi un especial significado, poderles presentar 30 años después, este libro “el mensaje de Silo” y su obra.
Volvamos entonces al libro.
La primera vez que vi este libro (la primera parte que se conoce como La Mirada Interna) y lo leí, observe que no lograba entender las cosas aparentemente sencillas, dichas con tan pocas palabras, me parecía más bien una forma de hablar poética, a la que no estaba acostumbrado y claro me resultaba difícil de penetrar, tenia que colocarme de una determinada manera, así que afloje y deje que fluyera.
Me di cuenta que el modo de describir la experiencia interna no correspondía a un momento histórico preciso, ni siquiera a una cultura particular, sino que conectaba con la experiencia personal de un modo que trascendía la vida cotidiana y por otro lado te acercaba a las preguntas fundamentales que todo ser humano se ha hecho alguna vez en la vida.
Era un libro sin época, sin área cultural precisa, parecía un libro para el ser humano, incluso ahora ni el autor aparece manifiesto, tampoco información alguna sobre como se escribió o las circunstancias históricas en las que apareció, como si hubiéramos rescatado un libro de una época desconocida.
Lo interesante por tanto estaba en el contenido del libro y no quien lo había escrito, donde, etc…
Era un lenguaje directo, profundo que requería meditación y contrastar con la propia experiencia todo lo que aquí se decía. La verdad que fue de gran ayuda poder contar con algunos otros que también investigaban con similar ánimo.
Percibí que en aquel libro había algo nuevo, pero estaba referido a la experiencia, no a una respuesta intelectual, no había un discurso, sino el relato de la experiencia de alguien que partiendo del sin-sentido había descubierto, algo que la humanidad ha estado buscando desde el comienzo de los tiempos.
Se me pedía al menos meditar en profundidad lo que se decía en el libro y no tanto discutir, ya que no estaba en condiciones de hacerlo, de otro modo no estaría buscando una referencia de vida.
Así reconocí como impactos aquellas frases al comienzo del libro que me conmovieron:
No hay sentido en la vida, si todo termina con la muerte.
Toda justificación de las acciones, sean éstas despreciables o excelentes, es siempre un nuevo sueño que deja el vacío por delante.
Dios es algo no seguro
La fe es algo tan variable como la razón o el sueño.
Ya en estas primeras sentencias me aparecía un modo muy profundo de encarar la situación existencial
En el capitulo V me volvía a resonar fuertemente el encuentro con experiencias inspiradoras que ha veces uno a tenido pero no sabe a que se deben, solo que aparecen y desaparecen, pero quedan casi como sueños, como referencias aisladas en el mar de la vida cotidiana.
A veces me he adelantado a hechos que luego sucedieron.
A veces he captado un pensamiento lejano.
A veces una alegría inmensa me ha sobrecogido.
A veces he visto la realidad de un modo nuevo.
En ese punto me llamo mucho a atención, que se hablara de un “despertar”, de qué “despertar” se estaba hablando si se supone que estamos despiertos…
Ahí me di cuenta que normalmente estamos casi hipnotizados por los estímulos, sean del mundo externo o del mundo interno, pero nos olvidamos de nosotros mismos y descubrí que en ese acto de “darme cuenta de mí mismo”, en esa “conciencia de sí”, había una revolución oculta, era como descubrir por primera vez que el ser humano pudiera tomar conciencia de sí, era un nuevo nivel de conciencia que cambiaba mi modo de ver el mundo.
Recordé en algunas enseñanzas que se habla del “despertar”, pero siempre pensé que era una metáfora, una alegoría, pero nunca pensé que se trataba de una experiencia interna profunda que cambia el modo de estar en el mundo y menos sabía como acceder a ella.
La dificultad que tiene esta experiencia es que es muy corta, muy difícil de mantener y mientras más lo intentas más te das cuenta de que es muy difícil, tal vez por ello paso tanto tiempo desapercibida.
Por ejemplo, es distinto estar atendiendo a lo que se esta diciendo a seguir atendiendo y al mismo tiempo no olvidarme de mi mismo.
Sin duda que este tema nos llevaría a todo un curso de aprendizaje sobre la atención y sobre la división atencional que sería muy recomendable, pero simplemente quería mencionar el impacto que produjo en mí este Capitulo VI, en el que se habla de Sueño y Despertar:
1. No puedo tomar por real lo que veo en mis sueños, tampoco lo que veo en semisueño, tampoco lo que veo despierto pero ensoñando,
2. Puedo tomar por real lo que veo despierto y sin ensueño. Ello no habla de lo que registran mis sentidos sino de las actividades de mi mente cuando se refieren a los “datos” pensados.
….
Así vamos avanzando más y más en la meditación y práctica de lo que el libro describe, tocando los temas de:
La Experiencia de la Fuerza
El Centro Luminoso
Los Principios
La Guía del Camino Interno
La Proyección de la Fuerza
Los Estados Internos
La Realidad Interior
Pero el Mensaje ES también, en su segunda parte, una Experiencia, una experiencia que puede cambiar el curso y el significado de una vida, de muchas vidas…
Hay un conjunto de Ceremonias – no obstante su sencillez en una primera lectura – que son instrumentos muy poderosos de inspiración y de cambio personal, de elevación espiritual para nuestras vidas, de reconciliación y de unión con nosotros mismos y con los demás. Esas Ceremonias nos ponen en contacto con es lugar, con ese espacio interior donde tu y yo y nosotros nos podemos sentir unidos, conectados. Así que claro, se trata de experiencias vivas para realizar con otros, y no solamente para leer a solas.
Y es en definitiva, un Camino… un camino que uno mismo va construyendo, caminando junto a otros, un camino para la vida, independientemente de la edad, clase social, confesión religiosa o profesión de quien lo tome y decida ir por él.
El Mensaje de Silo entonces es un libro, una experiencia y un camino para compartir: con la gente cercana, con la gente querida y con todo aquel que no sea indiferente al dolor y el sufrimiento de los demás.
Pero todo esto que hablamos es insuficiente si no está la experiencia. Quisiera compartir con ustedes la experiencia simple y profunda del Mensaje.
Sabemos muy bien lo que es algo profundo. Sabemos lo que es un dolor profundo, lo que es una tristeza profunda. Pero también sabemos lo que es una alegría profunda, lo que es un amor profundo. Seguro, alguna vez, todos hemos sentido esa profundidad.
Busquemos ahora, juntos, ir hacia esa profundidad… en busca de alivio, en busca de paz, en busca de Fuerza, en busca de alegría, en busca de inspiración…
Para eso imaginemos en lo alto una esfera, transparente como una burbuja de jabón, una delicada y sutil esfera de cristal… luminosa, suavemente, cálidamente luminosa, como el Sol cuando se abre paso entre las nubes en medio del crudo invierno…
Esa esfera, como un Sol en el cielo, cálidamente luminosa, suave, transparente, comienza a bajar desde lo alto, “entrando en ti, hasta alojarse en tu corazón…
Reconocerás que la esfera comienza a transformarse en una sensación expansiva dentro de tu pecho…
La sensación de la esfera se expande desde tu corazón hacia afuera del cuerpo, al tiempo que amplías tu respiración…
En tus manos y el resto del cuerpo tendrás nuevas sensaciones. ..
Percibirás ondulaciones progresivas y brotarán emociones y recuerdos positivos…
Deja que se produzca el pasaje de la Fuerza libremente. Esa Fuerza que da energía a tu cuerpo y mente…
Deja que la Fuerza se manifieste en ti…
Trata de ver su luz adentro de tus ojos y no impidas que ella obre por sí sola…
Siente la Fuerza y su luminosidad interna…
Déjala que se manifieste libremente…”
Y ahora con esa Fuerza que hemos recibido, pidamos de todo corazón por el cumplimiento de aquello que necesitamos realmente. ¿Qué es eso que necesitamos realmente? preguntémonos, ¿qué es eso que necesitamos realmente… Pidamos por el cumplimiento de esa necesidad…
Y pidamos también por alguien querido, alguien cercano y querido que está pasando por una necesidad, por una situación difícil que no puede o no sabe cómo resolver. Pidamos por él o por ella, con el corazón, pidamos que se resuelva su problema, que se resuelva su necesidad, que se cure de su dolor o de su sufrimiento. Pidamos con fuerza por él, por ella o por ellos, con esa Fuerza que hemos recibido, pidamos con todo el corazón…
Muchas veces, al hacer esta ceremonia con amigos, familiares, compañeros de la vida, solemos pedir concretamente por la salud, por la recuperación rápida y completa de alguna persona querida que se encuentra mal. Y esto es muy bueno, para esa persona y también para nosotros mismos. En mi experiencia puedo decirles que ayuda al otro, realmente lo ayuda. Y tanto más, cuanto más seamos. Y tanto más cuanto más cercanos y queridos seamos, los que estamos pidiendo. No importa incluso si estamos en un mismo lugar.
Y lo ayuda a uno también esta experiencia, a crecer como ser humano, a abrir el corazón: para que se exprese la bondad, para que se exprese el amor, para que se exprese la compasión.
El Mensaje de Silo es el puente que puede unirnos con lo Profundo, es una llave capaz de abrir la puerta para que el Espíritu humano se exprese, para que los Guías más profundos se expresen a través nuestro y nos acompañen en la construcción de un mundo digno para todos, de ese mundo tan soñado por todos, tan querido desde siempre: la Nación Humana Universal.
Gracias.
¡Paz, fuerza y alegría para todos!
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