Aceptó un recurso del gobierno central para frenar el proceso de independencia. Para los catalanes es un pronunciamiento “político” que no respeta la voluntad popular.
El Tribunal Constitucional español suspendió hoy la declaración soberanista aprobada por el Parlamento de Cataluña al aceptar un recurso del gobierno de Mariano Rajoy que pretende frenar el proceso de independencia de la norteña región de España.
La decisión paraliza durante cinco meses cualquier efecto jurídico, vigencia y eficacia del acuerdo parlamentario que el 23 de enero pasado proclamó a Cataluña como “sujeto político y jurídico soberano”, indicaron fuentes judiciales.
“Es una declaración de intencionalidad política, nadie hizo una declaración unilateral de independencia ni una ley”
Artur Mas, presidente regional
La suspensión comienza a regir el 8 de marzo, que fue cuando el gobierno del Partido Popular (PP) presentó la impugnación a través de la Abogacía del Estado.
El alto tribunal deberá resolver si mantiene o no la suspensión más allá del plazo establecido mientras debate sobre el fondo del asunto, la constitucionalidad o no de la proclamación de soberanía.
La declaración catalana, que no tiene validez jurídica, fue aprobada por una amplia mayoría de dos tercios y generó un intenso debate en todo el país al abrir la puerta a que la poderosa región celebre un referendo en 2014 para separarse de España.
Tras conocer la resolución del Tribunal Constitucional, el presidente catalán, Artur Mas, aseguró que la decisión es “altamente preocupante y muy decepcionante”.
“El Parlamento es la expresión de un pueblo tras las elecciones”, y “el voto de una mayoría apostó por el derecho a decidir”, agregó.
“La soberanía no se da, ni quita, ni suspende, o aprueba, se posee”
Alfred Bosch, Esquerra
Mas subrayó que el tribunal “cuestiona la voluntad de las urnas” y afirmó que es “insólito” que se actúe de esta manera ante una declaración que no tiene efectos jurídicos.
“Es una declaración de intencionalidad política, nadie hizo una declaración unilateral de independencia ni una ley”, remarcó.
“El camino sigue porque responde a la voluntad mayoritaria del pueblo catalán, aunque esté lleno de minas”, añadió.
El tribunal abrió un plazo de 20 días para que el Parlamento catalán presente las alegaciones que considere convenientes.
El presidente catalán pidió “sensatez” al tribunal a la hora de resolver tanto la impugnación como los recursos de su gobierno, recordándoles que ellos son “árbitro” y no “parte” como el gobierno de Rajoy, que tiene la “obsesión de abortar la voluntad del pueblo catalán”.
Se trata de la primera vez en la historia que el Tribunal Constitucional suspende un acuerdo de este tipo aprobado por una cámara autonómica.
El ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón, afirmó que el gobierno catalán y el Parlamento regional “tienen la obligación de acatar la Carta Magna porque su legitimidad nace precisamente de ella”.
Por su parte, Alfred Bosch, del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, independentista de centro izquierda), la segunda fuerza política, dijo que “la soberanía no se da, ni quita, ni suspende, o aprueba, se posee”.
En tanto, Joan Coscubiela, vocero de la Izquierda Plural en la Cámara baja afirmó que “si el tribunal constitucional sigue cerrando la vía de diálogo con Cataluña, vamos a llegar a un choque de trenes”.
La declaración soberanista del parlamento catalán, suspendida por el Constitucional
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