La medida es resistida tanto por el gobierno como por la oposición. El llamado “contrato unico”terminaría con la estabilidad laboral y reduciría la indemnización por despido.
La Unión Europea insistió hoy en pedir a España una nueva reforma laboral para mitigar el elevado desempleo después de que el gobierno español descartó por inconstitucional una propuesta europea conocida como “contrato único” que permite el despido injustificado.
De visita en Madrid, el comisario europeo de Empleo, László Ándor, aseguró que “muchas veces son necesarios cambios legislativos para encontrar la solución a un problema”, y “no se puede negar que aquí hay uno”, en referencia al récord de desocupación del país ibérico.
“Es un intento disimulado de precarizar aún más el mercado laboral”
Ignacio Fernández Toxo, CC.OO
“El desempleo juvenil es muy alto y el gobierno tiene que hacer lo que esté en sus manos para facilitar la contratación”, remarcó Ándor, tras defender que la propuesta de la Comisión Europea (CE) de contrato único, que inmediatamente fue rechazada tanto por el Ejecutivo derechista como por sindicatos y partidos opositores, tanto socialdemócratas como de izquierda.
El comisario europeo lanzó ayer públicamente la propuesta de un “contrato único abierto” para frenar la sangría del desempleo, que en España afecta al 27% de la población activa, es decir, a 6,2 millones de personas, y especialmente a los jóvenes, con una tasa de desocupación de casi el 60%.
Los defensores de esta iniciativa aseguran que el contrato único implicaría la supresión de la modalidad temporal y la implantación de una sola fórmula de contratación indefinida, tras una período de prueba, y con una indemnización progresiva “pactada”.
Sin embargo, sus detractores sostienen que con esta antigua fórmula, impulsada desde la órbita neoliberal, el costo del despido, al ser pactado, se reduce a gusto de la patronal y pone al trabajador bajo la coerción de aceptar las condiciones del contrato, por más que sean leoninas, para conseguir un trabajo.
En otras palabras, la contratación indefinida es sólo nominal, ya que los trabajadores serían de hecho temporales dado el bajo costo de su despido.
En España existen más de 40 modalidades de contratos, y la última reforma laboral rebajó la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días, pero toda extinción del contrato de trabajo debe tener una causa justificada, de acuerdo con la Constitución.
Pero el denominado contrato único sugerido por la Comisión Europea (CE) no exigiría al empresario justificar los despidos ni sería sancionado cuando no lo haga, explica María Luz Rodríguez, especialista en Derecho del Trabajo de la UCLM (Universidad de Castilla La Mancha) y ex secretaria de Empleo socialista.
Además, esta fórmula permitiría eludir el control judicial en el despido, lo que quebrantaría el derecho de “tutela judicial” consagrado por la Constitución española, impidiendo al trabajador demostrar si el despido fue injustificado.
Finalmente, la indemnización por despido “pautada” nunca alcanzaría la cuantía de las que se abonan en la actualidad por ley, señala la experta.
Tras trascender a la prensa la propuesta europea, el presidente el gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó ayer hacer nuevos cambios legislativos en el mercado laboral y defendió que su reforma, aprobada en febrero del año pasado, está teniendo resultados “positivos”.
Sin embargo, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, afirmó que el gobierno hará los “ajustes necesarios” a la reforma laboral una vez que cuente con la evaluación completa que se está realizando en estos momentos de su impacto.
Las dos grandes centrales de trabajadores de España, Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO), censuraron la propuesta europea porque consideran que con ella los empresarios “tendrán total libertad para despedir” y “gratis”, “especialmente a los más jóvenes”.
De acuerdo con los sindicatos, Bruselas se instaló en una posición “ultraliberal sobre la desregulación de la contratación”.
Cándido Méndez, líder de UGT, recriminó a la CE que se meta en asuntos que no son de su competencia, mientras Ignacio Fernández Toxo, de CC.OO, dijo que el contrato único es “un intento disimulado de precarizar aún más el mercado laboral”.
El presidente de la poderosa Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, sostuvo que el contrato único “no es una ocurrencia” como dicen los sindicatos, sino una propuesta “atrevida”, pero hay que estudiarlo en profundidad. De hecho, esta modalidad es una vieja reivindicación de la CEOE.
La Unión Europea le pide a España que legalice el despido sin causa y con indemnización "pactada"
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