El Ejército egipcio bloqueó dos manifestaciones de mujeres que protestaban contra el asesinato de tres de sus compañeras durante los enfrentamientos de la noche del viernes pasado entre islamistas y simpatizantes del golpe de Estado del 3 de julio.
Las dos marchas, convocadas en El Cairo por la Alianza Nacional en Defensa de la Legitimidad, un frente antigolpista liderado por los Hermanos Musulmanes, fueron bloqueadas por el Ejército. Una de ellas cuando se acercaba a la sede del Ministerio de Defensa, informó el diario local Al Ahram.
La segunda manifestación fue bloqueada cuando se dirigía al Consejo Nacional de Derechos Humanos en Giza, en las afueras de El Cairo, al sur, sobre la vera del Nilo.
Las mujeres marchaban en reclamo de justicia por las tres manifestantes que murieron en la noche del viernes al sábado en los enfrentamientos presuntamente protagonizados por islamistas y simpatizantes del gobierno golpista en la ciudad de Mansura, a medio camino entre El Cairo y las costas del Mar Mediterráneo.
Pese a que el relato oficial y de gran parte de los medios internacionales es que seguidores del presidente derrocado Mohamed Mursi y defensores del actual gobierno golpista se enfrentaron el viernes por la noche en Masura, los Hermanos Musulmanes culparon hoy a las fuerzas del también derrocado Hosni Mubarak.
El movimiento islamista conservador que sigue apostando a la presión de las calles para reinstalar el gobierno de Morsi, acusó a las mismas “sucias manos” que mataron a Jalid Said, un bloguero de 28 años que en 2010 murió reprimido por la policía, lo que desató el levantamiento popular contra Mubarak, informó Al Ahram.
La muerte de las tres mujeres no sólo indignó a los que hacen más de dos semanas que reclaman el retorno al orden democrático, sino que sumó voces de figuras centrales dentro del frente cívico-militar que apoyó el golpe y ahora participa en el gobierno de facto.
Uno de ellos fue el vicepresidente para las Relaciones Internacional y premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos contra la proliferación nuclear, Mohamed El Baradei.
“Que Alá bendiga a las almas inocentes de las víctimas de Mansura, cuándo aprenderemos que la violencia genera más problemas y no soluciona”, escribió el líder laico en su cuenta de Twitter.
Ante la creciente presión, el fiscal general egipcio, Hisham Barakat, ordenó investigar la muerte de las tres mujeres y ya adelantó que las víctimas serán sometidas a autopsias para determinar las causas de las muertes, informó hoy la agencia Mena.
Mientras tanto, en la ciudad costera de Alejandría cientos de personas seguían concentradas en las calles para pedir la vuelta del presidente democráticamente electo y esta vez eligieron marchar hacia dos símbolos del poder financiero: la sede de la Bolsa de Valores y del Banco Central.
Hoy éste último recibió una partida de Arabia Saudita por 2.000 millones de dólares, apenas una parte del paquete de 12.000 millones de dólares que prometieron las monarquías conservadoras de Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes.
En el plan político, el nuevo gobierno de facto egipcio celebró hoy su primera reunión y presentó un plan basado en la “reconciliación nacional”, lo que fue inmediatamente rechazado por los islamistas que presentaron su propia hoja de ruta de tres puntos.
Propusieron restaurar el orden democrático, reformar la constitución vía referéndum popular y luego llamar a un diálogo nacional.
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