Al menos 39 personas murieron y más de 150 resultaron heridas, en un ataque perpetrado por un grupo extremista islámico en un centro comercial de Nairobi, la capital de Kenia, según informó el Ministerio del Interior del país africano.
Se trata del peor atentado en Kenia desde el perpetrado contra la embajada estadounidense en 1998.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, anunció hoy en un discurso a la nación un duro accionar contra los responsables.
“Vamos a castigarlos por este cobarde crimen”, subrayó Kenyatta, quien reveló que él mismo perdió “familiares en el ataque” del centro comercial Westgate, informó la agencia de noticias DPA.
Estados Unidos condenó el acto “de violencia sin sentido que resultó en la muerte y en heridas de varios hombres, mujeres y niños inocentes”, según afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.
El ataque, perpetrado por hombres enmascarados que ingresaron al shopping de Nairobi y abrieron fuego contra la multitud a media mañana, fue reivindicado por el grupo extremista islámico Al Shabaab.
La cadena local de televisión Ktn informó que había tres mujeres en el comando de Al Shabaab, pero no ofreció mayores detalles.
“¿Recuerdan Bombay? Va a ser una larga odisea”, advirtió el grupo a través de una cuenta de Twitter, haciendo referencia a una toma de rehenes en 2010 en la ciudad india en la que murieron 166 personas.
La milicia radical islámica Al Shabaab lucha contra el gobierno de Somalia y controla territorios sobre todo en el sur del país, por eso inmediatamente el presidente somalí, Hassan Sheik Mohamud, expresó sus condolencias y se puso a disposición de Kenia para dar con los autores.
“En Somalia conocemos demasiado bien el precio humano de este tipo de violencia”, afirma un comunicado dado a conocer hoy en Mogadiscio, capital somalí.
Los milicianos se atribuyeron también hoy un atentado con explosivos que causó varios heridos en el animado mercado de Bakara, en Mogadiscio.
Kenia apoya al gobierno somalí militarmente y atacó varios bastiones de las milicias Al Shabaab, en tanto esta milicia recluta combatientes keniatas.
Según las primeras informaciones surgidas de los testimonios todavía presas del caos, un grupo de 18 personas ingresó al centro comercial y disparó primero contra la multitud y luego se tiroteó con las fuerzas de seguridad, al tiempo que tomó como rehenes a trabajadores del lugar y clientes, algunos de los cuales luego fueron liberados, informó la agencia de noticias EFE.
Los agentes rodearon el centro comercial y desplegaron un operativo aéreo en la zona -una de las más ricas de Nairobi-, que fue trasmitido en vivo por televisión e Internet.
El secretario de Seguridad Interior, Mutea Iringo, explicó que las fuerzas de seguridad lograron acceder al edificio y que la operación, que incluye a varias agencias de seguridad, una brigada antiterrorista y un equipo de rescate de rehenes.
Uno de los atacantes, que fue detenido herido, murió en el hospital como consecuencia de los disparos recibidos, informó un portavoz policial.
Aterradas, cientos de personas que se encontraban en el lugar salieron corriendo, algunas con niños, otras sangrando fuertemente, y se refugiaron detrás de coches estacionados y paredes.
Los espectadores vieron los dantescos episodios en directo, así como el traslado de decenas de camillas con heridos y el despliegue de las fuerzas de seguridad.
“Arrojaron una granada. Nos mostraban escritos en árabe. Si podías leerlos, estabas a salvo. Si no sabías leerlos, te mataban”, relató un testigo.
“Uno de ellos gritó: `Hoy conocerán a Al Shabaab en su verdadera dimensión`”, agregó el todavía conmocionado hombre.
Sin embargo, otros dos testigos contaron a DPA que los atacantes hablaban kiswahili, una lengua comúnmente hablada en Kenia.
El Ministerio del Interior emitió un comunicado que dice: “Confirmamos que son criminales armados pero aún no sabemos quiénes son”.
En todo el país se endurecieron las medidas de seguridad, sobre todo en la ciudad costera de Mombasa, de credo islámico, donde se detectaron en años pasados islamistas radicales en las escuelas coránicas tratando de reclutar a jóvenes como combatientes de las milicias Al Shabaab.
El barrio de Westgate es uno de los más acomodados de Nairobi y viven allí muchos trabajadores de Naciones Unidas y diplomáticos, que suelen visitar el centro comercial los fines de semana.
El centro comercial cuenta con más de 80 comercios, un cine con varias salas y un casino. En su página web se describe como un lugar “seguro y tranquilo”.
La criminalidad es uno de los principales problemas de Nairobi y más del 60 por ciento de sus 3,5 millones de habitantes viven en suburbios empobrecidos.
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