Las políticas neoliberales del Ejecutivo español llegará a las pensiones, que sufrieron sucesivas devaluaciones y ahora verían afectado su poder adquisitivo.
El gobierno del Partido Popular (PP) prepara una reforma que no contempla subir las pensiones más de un 0,25% anual desde este año hasta 2019, según un documento en estudio publicado por la prensa española.
Ante el nuevo ajuste, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó a Rajoy de estar “planeando la primera reforma de las pensiones que afectará a los pensionistas actuales, que perderán poder adquisitivo durante más de diez años”.
“Dice que garantizará que las pensiones no bajen, pero lo que garantiza es que no suban”, remarcó Rubalcaba durante una sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados.
“Estas reformas durarán exactamente lo que dure su mayoría absoluta”, advirtió el líder de los socialistas, a quienes encuestas recientes otorgan por primera vez una mínima ventaja sobre el PP ante unas eventuales elecciones, gracias al desgaste sufrido por los casos de corrupción que salpican a la fuerza gubernamental.
También Rosa Díez, del partido de centro derecha UPyD (Unión, Progreso y Democracia), reprochó a Rajoy que haya prometido mantener el poder adquisitivo de las pensiones y “no tocarlas”, y ahora hace lo contrario y “miente” a los ciudadanos.
Ante estas críticas, Rajoy defendió que su reforma es una ley de “sostenibilidad” y que su “objetivo básico y capital” es “garantizar las pensiones en el futuro”.
La reforma pretende cambiar la actual fórmula de actualización, ligada a la inflación (IPC, Índice de Precios de Consumo), por otra variable relacionada con los aportes y los gastos del sistema, y además vincularla a la esperanza de vida.
El artículo 50 de la Constitución española prohíbe cualquier revisión por debajo de cero de las prestaciones, por lo que los expertos a los que el gobierno encargó la reforma elaboraron una fórmula que no rebaja sino que congela las jubilaciones.
Esto provocará una pérdida constante del poder adquisitivo de los pensionados, puesto que se impone un piso en la revalorización del 0,25% -en el caso de que la fórmula refleje que los ingresos no son suficientes para financiar los gastos-, así como un techo, el IPC más un 0,25%, cuando el sistema tenga superávit.
Los cambios introducidos permitirían ahorrar unos 33.000 millones de euros hasta 2022, de acuerdo con los cálculos del documento oficial publicado por la prensa.
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