jueves, 7 de noviembre de 2013

El gobierno colombiano y las FARC acordaron cerrar el segundo punto clave para lograr el proceso de paz

El gobierno de Colombia y las FARC firmaron un acuerdo para cerrar el segundo punto de la agenda del diálogo de paz, el de participación política, que permanecía estancado hace semanas por diferencias en torno a la inserción de la guerrilla en la política colombiana.


En rueda de prensa se leyó un comunicado conjunto en el que se informó el logro de acuerdos “fundamentales” en tres puntos vinculados a las garantías para el ejercicio de la oposición política y el acceso a medios de comunicación, así como medidas para promover participación política.


farc havana



A la vez, se anunció la convocatoria a movimientos y partidos para reglamentar un estatuto que regule ese punto, según informaron las agencias de noticias EFE, DPA y el diario bogotano El Tiempo.

La firma de este punto implica el abandono de las armas como método de lucha, para transitar a un escenario de democracia con participación a los medios de comunicación


También hubo consenso en crear, siempre que se alcance la paz, condiciones especiales en una fase de transición para el caso de nuevos movimientos que se constituyan en partidos políticos, lo que podría ser el caso de las FARC.


En el proceso, además de la seguridad para los guerrilleros que se integren a la vida política colombiana, deben resolverse aún interrogantes respecto a una posible amnistía para guerrilleros implicados en el conflicto porque varios de ellos han sido condenados en ausencia a largas penas de cárcel.


“Lo que hemos convenido, en su desarrollo, profundiza y robustece nuestra democracia, ampliando los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición, al igual que espacios de participación política y ciudadana”, indicó el texto.


Lo acordado “abrirá espacios para que surjan nuevos movimientos políticos que requerirán garantías para el ejercicio de la política”, agregó.


La firma de este punto implica el abandono de las armas como método de lucha, para transitar a un escenario de democracia con participación a los medios de comunicación.


Según informaron las delegaciones, la próxima ronda de los diálogos se centrará en el tema de la solución al problema de las drogas ilícitas.


Antes de conocerse el acuerdo, que se dio en el decimosexto ciclo de conversaciones, el presidente Juan Manuel Santos había dicho que esperaba buenas noticias de La Habana, donde hace un año comenzó el ciclo de diálogos. “Tenemos que perseverar para darle un final a este conflicto que nos ha desangrado por 50 años”, subrayó el mandatario.


Durante el último mes, el presidente instó a su delegación a avanzar en los acuerdos presionado por los comicios presidenciales y parlamentarios del próximo año que le impusieron un tinte político a la histórica decisión de Santos de sentarse a negociar con el grupo guerrillero.


En este sentido, el mandatario afirmó que está dispuesto a sacrificar “mil veces” su reelección -aún no confirmada oficialmente- en caso de que fuera necesario para sacar adelante el proceso de paz.


Las FARC y el gobierno de Santos inauguraron el 18 de octubre de 2012 un proceso de paz en Oslo para intentar poner fin a medio siglo de conflicto armado


La idea de ambas delegaciones era que el diálogo finalizará antes de las elecciones de 2014, pero los tiempos se extendieron y el grupo guerrillero considera que para que los cambios sean profundos no deben dejar por fuera ninguna de sus propuestas.


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Santos alcanzaron a finales de mayo un acuerdo en el primer punto de la agenda de paz, referente al desarrollo agrario.


Sin embargo, las conversaciones se habían estancado en los últimos meses por diferencias en torno a la participación política, sobre la que se negociaba desde junio.


Las delegaciones lideradas por el ex vicepresidente Humberto de la Calle y el guerrillero Luciano Marín, alias Iván Márquez, tampoco consiguen ponerse de acuerdo respecto a la posible refrendación de un futuro acuerdo final de paz.


Mientras que el gobierno propone un referéndum para aprobar el texto, la guerrilla exige la celebración de una Asamblea Constituyente.


Las FARC y el gobierno de Santos inauguraron el 18 de octubre de 2012 un proceso de paz en Oslo para intentar poner fin a medio siglo de conflicto armado donde se pactaron cinco puntos a resolver: el desarrollo agrario, participación política, fin del conflicto y desmovilización, solución al problema de las drogas ilícitas y reparación a las víctimas.


A estos puntos se le sumó luego un sexto referido a la verificación y refrendación de los acuerdos finales.



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