El juicio al derrocado presidente egipcio comenzó y debió ser suspendido pocos minutos después de que los otros 14 dirigentes de la Hermandad Musulmana también acusados interrumpieran el proceso con proclamas contra el tribunal.
El aplazamiento fue decidido para permitir a la acusación y a la defensa examinar los documentos presentados por las dos partes, según la explicación dada a conocer por el tribunal.
Asimismo, la televisión estatal anunció que el ex presidente va a ser encarcelado en la prisión de Borg al Arab, en el extrarradio de Alejandría, segunda ciudad del país.
Este es un cambio importante en el tratamiento que como detenido le dan a Mursi, ya que desde el golpe cívico-militar que tuvo lugar el pasado 3 de julio nunca habían revelado su lugar de detención, por lo que se trataba de un virtual secuestro del derrocado jefe de Estado.
Mursi se encontrará separado de los otros 14 procesados que fueron enviados de nuevo a la prisión de Tora, en El Cairo, informó la agencia de noticias Europa Press.
Durante la sesión, Mursi se mostró desafiante y enojado e interrumpió a los magistrados en varias ocasiones
Durante la sesión de hoy, el ex presidente -quien se encontraba confinado en una jaula junto al resto de procesados- se mostró desafiante y enojado e interrumpió a los magistrados en varias ocasiones, lo que obligó al juez a aplazar reiteradamente la vista.
En un momento declamó que es el único jefe de Estado “legítimo” del país y reclamó con cánticos “el fin del régimen militar” al calificar de “ilegal” el proceso.
Mursi fue electo democráticamente por el voto popular y se transformó en el primer presidente tras la dictadura de Hosni Mubarak, derrocado por masivas manifestaciones que acabaron con su régimen de casi tres décadas.
Según personas presentes en el proceso, el juez consideró que Mursi no compareció vestido de forma adecuada, por lo que le ordenó que se cambiase y vistiese en la sala el uniforme blanco de los detenidos que se encuentran en prisión preventiva.
El juicio tiene lugar en la Academia de la Policía, en las afueras de El Cairo, donde también se habían registrado incidentes entre los simpatizantes de Mursi y la policía, según informaron a la agencia de noticias EFE fuentes judiciales.
El tribunal encargado de juzgarlos por incitar al asesinato de 10 manifestantes opositores el 5 de diciembre pasado, es la Corte Penal de El Cairo, presidida por el juez Ahmed Sabri, pero el proceso se trasladó a la Academia de la Policía por motivos de seguridad.
El depuesto presidente no reconoce la autoridad del tribunal, por lo que su equipo legal asistió a esta primera sesión sólo como observador, pero no para defenderlo.
A siete de los treinta miembros de este equipo legal se les impidió el acceso a la sala, indicó un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Islam Taufiq.
En tanto, en la entrada del tribunal la policía lanzó gases lacrimógenos contra los cientos de partidarios del depuesto presidente congregados para repudiar la acción judicial.
Un total de 20.000 efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas vigilaban los alrededores del tribunal ante el temor a que las protestas convocadas por los partidarios de Mursi deriven en nuevos disturbios.
Mursi llegó al tribunal en helicóptero desde el lugar desconocido, en tanto los otros inculpados, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) -brazo político de la Hermandad-, Esam al Arian, y el miembro de su Comisión Ejecutiva Mohamed Beltagui, llegaron a la corte en vehículos blindados y entre grandes medidas de seguridad.
Siete de los catorce responsables de la Hermandad inculpados en este proceso no asistieron a la vista ya que se encuentran todavía prófugos de la justicia.
La sesión no fue transmitida en directo por la televisión, al contrario de lo ocurrido en el juicio contra Mubarak, y sólo se permitió el acceso a las personas con la correspondiente acreditación.
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