martes, 14 de mayo de 2013

El Parlamento francés aprobó la cuestionada reforma laboral

El Parlamento francés aprobó una reforma laboral queprevé más flexibilidad en los contratos y una simplificación del proceso de reducción de personal y reorganización de las empresas en momentos de “crisis”, medidas resistidas por sindicatos y partidos de izquierda.


hollande


La reforma, que ya había obtenido media sanción en la Cámara Baja a principios de abril, fue aprobada de forma definitiva por el Senado con 169 votos a favor, 33 en contra y 146 abstenciones, informó la agencia de noticias ANSA.


La bancada oficialista votó unida a favor de la reforma, que el presidente socialista Francois Hollande calificó de “crucial” para bajar el inédito desempleo del 10.2%, pero no encontró el apoyo que necesitaba en sus tradicionales aliados de izquierda, sino que recurrió a los partidos centristas, de abierto corte liberal.


La nueva ley simplifica el procedimiento para despedir personal, aunque se deberá obtener un acuerdo colectivo mayoritario para poder ejecutar planes de reducción


La mayoría de los senadores de la derechista Unión por un Movimiento Popular (UMP), otrora liderada por el ex presidente Nicolas Sarkozy, se abstuvieron, lo que permitió que la reforma laboral del Partido Socialista se convirtiera en ley.


El texto final que fue aprobado incorpora la posibilidad de que las empresas que estén atravesando una “grave dificultad coyuntural” negocien un “plan social” con los sindicatos para reorganizar horarios y remuneraciones, a cambio de no despedir a ningún trabajador.


La reforma también favorece los planes de movilidad interna en casos de “crisis”, por ejemplo entre diferentes fábricas de la misma empresa, y simplifica el procedimiento para despedir personal, aunque siempre se deberá obtener un acuerdo colectivo mayoritario para poder ejecutar planes de reducción de empleados.


El Frente de Izquierda, que nuclea a varios partidos de izquierda, votó en contra de estas medidas, a las que calificó como “regresiones sociales”.


El temor de la izquierda no es meramente teórico. En los últimos dos años muchas empresas cerraron en Francia o fueron relocalizadas en países vecinos, sin que el gobierno nacional o los sindicatos pudieran evitarlo.


“Es una reforma escrita con la tinta del Medef (principal sindicato patronal nacional)”, denunció el líder de la bancada del Frente de Izquierda, el comunista André Chassaigne, citado por la agencia de noticias France 24.


Hollande defiende la reforma como una medida necesaria para salir de la crisis económica y reivindica la ampliación de derechos de los trabajadores


En medio de un clima de frustación social y con una imagen pública positiva que cayó al 30 %, Hollande defiende la reforma como una medida necesaria para salir de la crisis económica y reivindica la ampliación de derechos de los trabajadores que ésta incluye.


La reforma laboral introduce la ampliación del acceso a los subsidios por desempleo, lo que permitirá la acumulación de cuotas no percibidas a los que encuentren un nuevo trabajo.


Además, crea la representación directa de los empleados en los directorios de las empresas, impone un impuesto a los contratos de corta duración y establece un mínimo de 24 horas por semana para los empleos de tiempo parcial.


Sin embargo, estas últimas medidas no fueron suficientes para convencer a los tres sindicatos más combativos -Fuerza Obrera, Solidaires y la Federación Sindical Unitaria- ni a los partidos aliados que permitieron la victoria electoral de Hollande hace apenas un año, el Frente de Izquierda y los ecologistas.



El Parlamento francés aprobó la cuestionada reforma laboral

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