La plataforma petrolífera semisumergible “Deepwater Horizon” había perforado en septiembre de 2009 el pozo más hondo de la historia, con una profundidad vertical de 10.685 metros y se hundió el 22 de abril de 2010, por una explosión ocurrida dos días antes, provocando el más importante vertido de petróleo jamás conocido, estimado en 779.000 toneladas de crudo.
La torre estaba en la fase final de la perforación de un pozo, que luego debía reforzar con hormigón, en un proceso delicado al existir la posibilidad de que los fluidos acumulados se liberen de improviso, cuando una explosión con incendio inmediato tuvo lugar en ella.
Varios barcos de apoyo le lanzaron agua en un infructuoso intento de extinguir las llamas, pero la plataforma se hundió a una profundidad de unos 1.500 metros.
El incontrolado derrame de petróleo -mezclado con metano – amenazó el hábitat de cientos de especies marinas y aves, vertiendo unos 780 millones de crudo a razón de unos 8,9 millones de litros al día.
Los perjuicios al negocio de la pesca y el camarón en el área de Luisiana se estimaron en cifras millonarias y los frágiles ecosistemas de pantanos de la zona, con una variada población animal y vegetal se vieron muy perjudicados, no habiéndose recuperado aún, y especies como el manatí, fueron muy afectadas.
El vertido del golfo de México afectó a más de 944 kilómetros de litoral. lo que supuso además un grave riesgo para la fauna marina en todo el golfo de México.
El gobierno de Estados Unidos, utilizó como referente el trabajo científico hecho en España en 2003 con la recogida del chapapote por el desastre del Prestige, para realizar un estudio sobre los efectos del crudo en la salud de miles de trabajadores que participaron en las tareas de recogida y limpieza.
CITA CON LA HISTORIA
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