La centroizquierda propondrá la ex primer ministro Romano Prodi y recuperará los votos que no obtuvo por su alianza con Berlusconi. Puede lograr la mayoría absoluta.
El ex primer ministro italiano, Romano Prodi, no consiguió la mayoría necesaria en la tercera votación que se llevó a cabo hoy en el Parlamento para convertirse en el próximo presidente de Italia.
Tras el fracaso de ayer del candidato del Partido Democrático, Franco Marini, el líder de esta formación de centroizquierda, Pier Luigi Bersani, propuso hoy la candidatura de Prodi. El partido conservador y las fuerzas políticas de centro no quisieron apoyarlo.
Tal como se esperaba, ningún candidato consiguió los votos suficientes para ser elegido en la tercera ronda, pues muchos diputados votaron en blanco o no sufragaron.
Sin embargo, a partir de la cuarta votación, que se celebrará hoy mismo, el presidente será elegido por mayoría absoluta.
Con la propuesta de Prodi, Bersani contó con el apoyo unánime de su coalición, pues la candidatura de Marini para la presidencia del país dividió ampliamente a la coalición de centro izquierda.
Prodi podría ser elegido en la cuarta ronda, ya que sólo precisa 504 de los 1.007 parlamentarios (de las dos cámaras).
Desde el punto de vista matemático, el profesor de Economía necesita los votos del Movimiento de Protesta Cinco Estrellas (M5S), de Beppe Grillo, para convertirse en el duodécimo jefe de Estado italiano.
El cambio de Prodi por Marini es también un acercamiento de la izquierda hacia Grillo, cuyo candidato, el ex diputado y jurista Stefano Rodotá, sigue en la carrera.
Marini era el candidato de Bersani y del ex premier conservador Silvio Berlusconi, por lo que desde su partido, el PdL, hubo rechazo y críticas a la candidatura de Prodi.
El principal socio del partido de Berlusconi, la formación xenófoba Liga del Norte, anunció que iba a votar por la ministra del Interior Anna Maria Cancellieri, miembro del gobierno en funciones que preside Mario Monti. También la pequeña lista parlamentaria que apoya a Monti quiere dar su voto a la ministra.
Tras el fracaso de las primeras rondas, el ex líder sindical y ex presidente del senado Marini dijo que con él fracasa un diálogo con la centro derecha con el objetivo de dar al país un gobierno que saque a Italia de la grave crisis en la que se encuentra.
Las elecciones presidenciales se desarrollan en medio de una grave crisis ya que tras las elecciones todavía no se consiguió una alianza fuerte para la formación del gobierno. De ser elegido Prodi, será probable que se repitan las elecciones.
Del nuevo presidente se espera que disuelva rápidamente el Parlamento y convoque nuevas elecciones o encargue a un político que busque una minoría para un gobierno reformista durante un tiempo limitado.
A casi dos meses de las elecciones a fines de febrero, en las que la coalición de centro izquierda salió vencedora pero no con la mayoría suficiente para gobernar, la tercera economía de la eurozona sumida en una grave crisis económica, sigue sin un nuevo gobierno.
El Parlamento italiano busca elegir un nuevo presidente después de tres intentos fallidos
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