martes, 13 de agosto de 2013

Los islamistas convocaron a nuevas manifestaciones, mientras avanzan las fuerzas golpistas

Los seguidores del derrocado presidente, Mohamed Mursi, convocaron a nuevas manifestaciones contra el gobierno de facto, al tiempo que las autoridades interinas tienen previsto para hoy nombrar a 27 gobernadores provinciales.


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Los seguidores del derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi convocaron a nuevas protestas contra el gobierno de facto, mientras en El Cairo crecía la tensión ante un esperado desalojo policial de los dos campamentos  que los antigolpistas mantienen hace más de un mes en la capital.


La Hermandad Musulmana, agrupación islamista y conservadora a la que perteneció Mursi hasta acceder a la Presidencia en 2012, anunció en su página web una protesta bajo el lema “Contra el golpe y los sionistas”, aunque no informó la fecha ni la hora.


Unas horas después, la policía egipcia comenzó los preparativos para un posible desalojo de los campamentos de protestas de los islamistas en El Cairo, uno ubicado en la zona de Rabaa al-Adaweya y otro en Nasr City, informó la agencia de noticias EFE.


Según afirmó el diario egipcio Al Watan, la policía pidió a los vecinos del barrio que cierren las entradas a sus casas cuando las autoridades comiencen a desalojar los campamentos de protesta levantados frente a la mezquita Rabaa al-Adaweya.


Además, las fuerzas de seguridad ordenaron que nadie tenga acceso a los tejados de las casas de alquiler situadas en Nasr City, el barrio capitalino que desde el golpe de Estado del 3 de julio contra Mursi se convirtió en el principal bastión de la resistencia islamista.


En tanto, y según pudo constatar EFE, no muy lejos de allí se produjeron nuevos enfrentamientos en la calle cuando manifestantes islamistas que estaban concentrados frente al Ministerio del Auqaf (de Asuntos Religiosos) fueron atacados con botellas por un grupo de jóvenes.


Una situación similar se vivió también frente al Ministerio del Interior, cuando una marcha de personas que reclaman la vuelta al poder de Mursi fue atacada con piedras y botellas.


En ambos casos, los choques fueron controlados y las marchas islamistas dispersadas cuando intervino la policía y comenzó a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes.


Según la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, diez manifestantes islamistas resultaron heridos y otros doce fueron detenidos.


Al caer la noche, el vocero de la Hermandad Musulmana, Gehad El-Haddad, reiteró que se mantendrán en los campamentos de Nasr City hasta que Mursi sea liberado y restituido en el poder, según Al Jazeera.




“No es el campamento lo que crea la causa, es la gente que participa en él. Si desalojan uno, crearemos dos”, prometió el dirigente islamista, quien rechazó una vez las ofertas de mediación de dirigentes islamistas que apoyaron el derrocamiento de Mursi.


Pese al incremento de la tensión en la capital, el gobierno de facto siguió adelante hoy con su calendario de “transición”.


El presidente de facto, el juez Adly Mansour, tomó juramente a los gobernadores de 25 de las 27 provincias del país. El mandatario aún debe definir los nombres para los distritos del Mar Rojo y Menoufiya.


De los que asumieron hoy, 20 estrenan el cargo y cerca de la mitad de estos últimos son generales u oficiales de la policía retirados.


Mientras tanto, la comisión de juristas constituida por el gobierno golpista para reformar la Constitución Nacional presentará su texto final el próximo domingo ante un comité integrado por 50 representantes de la sociedad egipcia.


El partido salafista Al Nur, que en un primer momento apoyó el golpe de Estado pero luego se distanció en repudio a la represión desatada contra los islamistas, anunció anoche en un comunicado que participará en el comité de 50 personas, aunque con algunas condiciones.


Uno de los puntos en discusión es que Al Nur considera indispensable que los artículos principales de la Carta Magna no deben ser modificados, informó EFE.


Al Nur fue una de las agrupaciones que participó en la reforma de la Constitución en 2012, cuyo texto fue enteramente redactado por la Hermandad Musulmana y los partidos salafistas, según denunciaron en aquel momento los partidos no islamistas.



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