Manifestantes ocuparon anoche el Legislativo municipal de Río de Janeiro en reclamo de la renuncia del gobernador, Sergio Cabral, y hoy lo invadieron nuevamente con insultos a concejales que investigarán el estado del transporte.
En tanto, la presidenta Dilma Rousseff teme que haya una nueva ola de protestas el próximo 7 de septiembre, Día de la Independencia de Brasil.
En las marchas de hoy se voceaban consignas como “Fuera Cabral”, “Abajo la Policía Militarizada” y “Donde está Amarildo”
Las manifestaciones masivas, que decrecieron en intensidad en el país, continúan en Rio, donde anoche ocuparon el palacio de la Cámara Municipal, en demanda de la renuncia de Cabral y de suspender lo que consideran la privatización del estadio Maracaná, entre otras reivindicaciones; también hubo choques con la policía y varias personas fueron detenidas.
Cabral, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado del gobernante Partido de los Trabajadores, dio de baja esta semana al jefe de Policía Militarizada del estado, coronel Erico Costa Filho, pero sigue siendo acusado por manifestantes de corrupción y por las violentas represiones de junio y julio, así como por la desaparición de un albañil de una favela cariocas.
Dieciséis personas estaban todavía esta madrugada en la sede de poder legislativo municipal, en el centro carioca, donde, al parecer, fue cortada el agua e impedida la entrada de alimentos durante toda la noche, según fue denunciado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Orden de Abogados de Brasil.
Esta mañana, por segunda vez en pocas horas, cientos de manifestantes invadieron el Cámara Municipal, insultando a concejales que instalaron hoy una comisión para investigar el sistema de transportes de la ciudad, a los que acusan de entregar el comando de esa tarea a dos ediles aliados del alcalde, Eduardo Paes, responsable de la liberación de concesiones a empresas privadas de los autobuses locales.
Los manifestantes portaban pancartas que calificaban a los concejales oficialistas de “ladrones” y “mafiosos” y acusaban al presidente de la comisión, Chiquinho Brazao, de tener vínculos con parapoliciales que asesinan y extorsionan en comunidades pobres, informaron las agencias ANSA, DPA y EFE.
En ese marco, y dada la convocatorias que se realizan desde las redes sociales de Internet, algunas llamando a la violencia, la presidenta Rousseff teme que haya nuevas protestas masivas el próximo 7 de septiembre, por lo que comenzó a adoptar medidas para impedir desbordes en el desfile principal en Brasilia.
Las autoridades evalúan abreviar el desfile militar y de asociaciones civiles en la tradicional ceremonia realizada en esa fecha en la Explanada de los Ministerios, principal avenida de Brasilia, publicó hoy el diario O`Globo.
La presidenta Rousseff reiteró esta semana, al hablar ante universitarios, que comprende las demandas planteadas en las calles, incluso recomendó a la presidenta del centro de estudiantes de una universidad del interior de Minas Gerais que siga adelante con las demandas y recordó que cuando ella era joven eso estaba prohibido y reprimido por la dictadura militar.
Cabral es el gobernador con peor imagen dentro de los 27 estados de Brasil. Para los manifestantes, debe renunciar porque lo consideran corrupto, debido a los contratos para obras de la Copa del Mundo, como la reforma del estadio Maracaná, y violento, en razón del accionar de la policía.
En las marchas de hoy se voceaban consignas como “Fuera Cabral”, “Abajo la Policía Militarizada” y “Donde está Amarildo” el albañil desaparecido de la favela Rocinha desde que fue detenido por la policía, que ya separó de sus cargos a los agentes involucrados en el hecho.
El albañil Amarildo de Souza desapareció el 14 de julio y la policía investiga porque ese día fueron desconectadas las cámaras de seguridad de la favela así como los sistemas de GPS de los vehículos policiales.
También hubo manifestaciones hasta altas horas de la noche de ayer, y algunos enfrentamientos en la ciudad de Niteroi, una de las más importantes de la región metropolitana de Río de Janeiro.
En la Rocinha funciona una de las Unidades de Pacificación Policial, destacamentos reforzados que la gobernación instaló en las principales favelas para restablecer el orden y expulsar a los narcotraficantes que antes imponían su poder en esas comunidades.
Un canal de televisión mostró hoy imágenes inéditas registradas el 14 de julio, en el momento en que De Souza es introducido en un vehículo de la Unidad de Pacificación Policial de Rocinha, comunidad del sur carioca.
Esta semana también fue separado del cargo el jefe de las más de 30 Unidades de Pacificación cariocas, tras la caída del comandante estadual de la Policía Militarizada.
Poco después de asumir el cargo, el nuevo jefe de policía, Luiz Castro de Menezes, afirmó que las fuerzas de seguridad “están cambiando”, y aseguró que “en los últimos tres o cuatro actos no tuvimos conflictos, lo importante es que se mantenga el orden y se respete el derecho” a expresar el descontento.
Se intensifica el reclamo en Río de Janeiro para que renuncie el gobernador Sergio Cabral Anunciate GRATIS en nuestros clasificados
No hay comentarios:
Publicar un comentario