Rajoy ve como "imposible" un diálogo con el presidente catalán

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que mientras el presidente catalán, Artur Mas, continúe tomando “decisiones unilaterales” para convocar un referéndum a favor de la independencia de Cataluña, es “imposible dialogar” con él.

Además, reiteró que “la soberanía nacional no es transferible” ya que reside en “el pueblo español en su conjunto”, por lo que los ciudadanos de Cataluña no pueden decidir solos sobre una eventual escisión de España.

Rajoy se pronunció así en conferencia de prensa en el Palacio de La Moncloa de Madrid junto al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, quien también insistió en que una declaración de independencia unilateral dejaría a Cataluña automáticamente fuera de la Unión Europea (UE).

“Lo que yo veo desde aquí es un continuo proceso de toma de decisiones unilaterales, y así es imposible dialogar”, afirmó Rajoy respecto a Cataluña, un día después que el parlamento regional acordó pedir al Congreso de los Diputados español que le transfiera competencias para convocar una consulta legal.

“Siempre estuve abierto al diálogo, pero aquí se están tomando decisiones unilaterales; una detrás de otra, sin comunicárselas a nadie y sin busca de entendimientos”, remarcó Rajoy.

“La eventual separación de una parte de un Estado miembro tendría como consecuencia el convertirse en un país tercero con respecto a la Unión”, dijo por su parte Barroso, sin entrar concretamente en el caso catalán, que considera un asunto “sensible” e interno” de España.

De acuerdo con la Constitución española, la potestad para convocar un referendo sólo la tiene el Estado, concretamente el presidente del gobierno.

Además, Rajoy recordó que “la soberanía la tiene el conjunto del pueblo español y solo el conjunto del pueblo español puede disponer de ella”.

Artur Mas es consciente de que no puede convocar un referendo legal, de ahí su plan de solicitar al Congreso, por medio del Artículo 150.2 de la Constitución española -que regula las cesión de competencias autonómicas-, que se le transfieran esos poderes al gobierno regional.

“Siempre estuve abierto al diálogo, pero aquí se están tomando decisiones unilaterales; una detrás de otra, sin comunicárselas a nadie y sin busca de entendimientos”

La iniciativa está destinada a fracasar, puesto que ni el derechista y gobernante Partido Popular (PP) ni el opositor PSOE, que en conjunto tienen la mayoría en la Cámara de Diputados, están dispuestos a permitir la consulta.

No obstante, los impulsores del referéndum confían en que el rechazo de Madrid legitimará la convocatoria de una consulta unilateral, sin acuerdo con el gobierno, y para la que ya se fijó fecha: el próximo 9 de noviembre.

Tras la iniciativa aprobada en el parlamento catalán de pedir competencias para convocar y celebrar la consulta, la “número dos” del PSOE, Elena Valenciano, se mostró convencida de que Mas no convocará el referéndum de forma unilateral.

La dirigente socialista remarcó que en su último encuentro con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que “no haría nada ilegal”.

“Mas reconoce en privado que la consulta no se va a producir”, remarcó Valenciano en entrevista con Televisión Española. El discurso del presidente catalán muestra “un grado de hipocresía considerable”, añadió.

La votación del parlamento regional fue aprobada con los votos de los grupos soberanistas -excepto los independentistas anticapitalistas de las CUPS que no quieren pedir permiso a Madrid para “ser libres”- y tres diputados socialistas díscolos, que con su decisión favorable a la consulta profundizaron la crisis de esa formación.

Los socialistas gobernaron Cataluña en coalición con independentistas y ecosocialistas -el famoso “tripartito” catalán- entre 2003 y 2010, hasta que la crisis económica devolvió el poder a los nacionalistas moderados de Convergencia i Unió (CiU), la histórica fuerza hegemónica en la poderosa región de España desde el final de la dictadura franquista.

Mas estuvo a la vanguardia de los recortes y la implementación de las políticas de ajuste en España que provocaron malestar social y que, en una región con lengua propia y aspiraciones históricas nacionalistas, abonaron el terreno a los partidarios de la independencia.

Tras una multitudinaria marcha separatista en 2012 en Barcelona, Mas se puso al frente del reclamo soberanista, mientras los socialistas entraron en una grave crisis interna debido a la discrepancia entre sus dirigentes en torno al apoyo a una eventual consulta.

La actual dirección del PSC, con Pere Navarro a la cabeza, mantiene el rechazo al referendo, en la línea del PSOE -partido al que está asociado-, y plantea una reforma de la Constitución española para avanzar hacia un modelo federal en busca de una resolución al “problema político” de Cataluña.

Sin embargo, algunos dirigentes históricos del socialismo catalán están a favor del “derecho a decidir”, es decir, que Cataluña pueda hacer la consulta, por lo que se demarcaron de la disciplina del partido, lo que podría suponer su renuncia o expulsión.

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